miércoles, 2 de noviembre de 2011

Crímenes cometidos por Balaguer



Durante los 12 años de gobierno del Doctor Joaquín Balaguer se pusieron en practica los mas variados métodos de exterminios que historia alguna pueda registrar.

A modo de ejemplo: ametrallamientos a escuela, liceo y universidades, asesinatos de profesores y estudiantes, asesinatos de obreros, campesinos y profesionales, deportaciones masivas y selectivas de opositores, apresamientos masivos y selectivos de patriotas de ambos sexos.

Pero hay uno de estos y otros métodos que reviste mayor crueldad que cualquier otro y es el de la desaparición física de un ciudadano. Ni el derecho a una tumba.


Henry Segarra
Se encontraba en la ciudad de Dajabon desarrollando trabajo en el frente campesino organizando los comités de recuperación de Tierra, aplicando la Línea Política de LOS MEJORES AL CAMPO elaborada por el Movimiento Popular Dominicano, partido del cual era miembro de su Comité Central.
En poco tiempo se gano la confianza de los sectores más humildes de Dajabon, organizando sus luchas reivindicativas y estableciendo importantes base de apoyo al partido a todo lo ancho y largo de esa provincia.
El 25 de julio del año 1969, a eso de las 230 de la tarde en la esquina comprendida entre las calles  Beller y Sánchez, una patrulla compuesta por militares vestido de verde olivo fue detenido el dirigente revolucionario. Esta acción fue dirigida por el propio comandante militar de la provincia el Coronel José Demetrio Almonte Mayer,  uno de los militares más sanguinarios al servicio del Dr. Balaguer.

El gobierno mediante sus voceros, como siempre,  negó la detención de Henry Segara Santo. Inmediatamente Tanto el Movimiento Popular Dominicano como diferentes personalidades e instituciones del país demandaron la inmediata aparición del dirigente izquierdista. A modo de burla en una declaración de prensa el propio Balaguer reclamo lo mismo.
Hoy a 42 años de la desaparición de este inolvidable camarada. Aun no se sabe donde descansan sus restos.

Mario Balderas

Nació en la histórica provincia de San Francisco de Macorís en la comunidad de la Penda. En esa comunidad del norte del país conoció en carne propia las arbitrariedades cometidas contra los hombres y mujeres del campo que morían de hambre y abandono mientras que el fruto de su trabajo engordaban los bolsillos y barrigas de sus explotadores.

 El Movimiento Popular Dominicano, MPD, verdadero instrumento de la patria, había decidido prestarle la importancia que merecía el movimiento campesino dominicano que para ese entonces estaba orientado por las llamadas Ligas Agrarias Socialcristianas, agentes pagados por el gobierno norteamericano con la clara finalidad de mantener postrado a los pies de los gobernantes los intereses el campesinado Dominicano.

 El MPD, comenzó a organizar los Comités de Recuperación de Tierras en todos los campos del país. La sensibilidad de Mario Baldera encontró calido albergue en las filas del Movimiento Popular Dominicano, organización en la cual pudo distinguirse como un gran dirigente.

 Los servicios militares y de inteligencia al servicio del gobierno así como los servicios de espionajes extranjeros le dieron seguimiento y ubicación a Mario Baldera, quien con valentía y coraje desarrollaba sus trabajos organizativos sin importarle las consecuencias que ello tuviera.

 A los cuerpos represivos del régimen se unieron terratenientes de la zona, los cuales, con el conturbenio del alcalde pedáneo de la sección Honduras, Andrés Taveras y un capitán del ejército conocido como Acosta Infante, tendieron el cerco del que nunca pudo salir el dirigente campesino.

La esposa de Mario Balderas, Rosa Mercedes Paredes García, se presentía la muerte de su pareja y por ello le aconsejaba que saliera de la comunidad hacia otro lugar para que preservara la vida, a lo que su cónyuge le respondía… “Yo no tengo que abandonar mi sitio, no soy un delincuente, solo un luchador para que todos tengamos un pedazo de tierra”.

El presentimiento de la esposa del agricultor se convirtió en realidad el 28 de junio de 1969, cuando miembros del servicio de inteligencia del ejército conocido como G-2 allanaron su residencia y cuando este fue avisado de la presencia de los militares rehusó salir huyendo por lo que fue apresado esa tarde que su familia recuerda con tristeza.

Los esfuerzos por ver a su esposo con vida resultaron inútiles hasta que al día siguiente de su detención, el 29 de junio, le comunicaron que el mismo estaba en la morgue del hospital San Vicente luego que ¨se ahorcara¨, versión que fue rechazada por sus familiares y reclusos que atestiguaron escuchar en horas de la noche como era golpeado inmisericordemente el agricultor asesinado. 

El velatorio de Mario Balderas estuvo matizado por una fuerte presencia policíaco-militar pese a lo cual decenas de personas participaron en el mismo y poste-riormente le acompañaron hasta su última morada donde fueron pronunciados encendidos discursos denunciando el asesinato del dirigente campesino. 


Orlando Martinez

A Orlando Martínez no lo mataron por periodista, lo asesinaron por ser revolucionario. Periodistas hubo y hay muchos pero periodistas revolucionarios hubieron y hay muy pocos. No escribía cuentos de hadas ni poesía a las bellas flores de alejandrina, denunciaba la opresión y las injustas desigualdades.

Era periodista, pero no periodista para si, sino periodista en si.

Su pluma pisaba papel para denunciar los atropellos, para denunciar el robo descarado de las multinacionales yanquis. Eso no le perdonaron. Si hubiese escrito farándula o deportes no estuviera muerto. De seguro que no. Pero no se dedico a eso, aunque se divertía con ello.

Es que no podía ocultar que los estudiantes eran ametrallados por el crimen de robar el saber. Que los obreros perdían la vida en lo salado de su sudor. No podía ocultar que nuestros campos desaparecían junto con sus moradores. Como no denunciar la corrupción del gobierno balaguerista y las bandas de asesinos a sueldo que lo sostenía. No podía callarlo porque era revolucionario y aprendió que la verdad es siempre revolucionaria.

Amin Abel Hasbun

Fue un ingeniero y activista político dominicano de origen árabe palestino.
El jueves 24 de septiembre de 1970, fue asesinado por agentes del Servicio Secreto de la Policía Nacional Dominicana, al servicio del entonces presidente Joaquín Balaguer, de un tiro en la cabeza con una pistola calibre 45. Se encontraba en la casa con su esposa, Mirna Santos, que estaba embarazada, y su hijo de dos años de edad. Su cadáver fue velado en la explanada frontal de la Facultad de Ingeniería de la UASD.
El raso López Acosta fue condenado a cinco años de prisión, siendo libertado al cumplir la mitad de la condena.
Al otro día de su muerte, el Consejo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo lo declaró "Hijo Ejemplar del Alma Mater". En su comunicado, el Consejo Universitario afirmó que "Amin Abel fue un ejemplar estudiante universitario, graduado Summa Cum Laude en la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la UASD".

Mama Tingo

Fue una lider campesina de nuestro pais que, se destacó por defender el derecho que tiene el hombre del campo de labrar la tierra, esta lucha era por la recuperacion de tierras que estaban en manos de terratenientes , politicos y militares que las habian adquirido de manera fraudulenta, adueñandose de prados y hatos que habian sido cuna y medio de trabajo y subistencia para unas 350 familias congregadas en La Liga Agraria Cristiana.
Mamá Tingó es considerada un símbolo de la lucha por la tierra y un ejemplo de la mujer rural en la defensa de los derechos del campesinado en todo el continente.
Murió asesinada en el periodo conocido por los 12 años de Joaquín Balaguer el 3 de noviembre de 1974 en Gualey Hato Viejo, Yamasa murio de manos de Ernesto Diaz quien la asesino al ella interponer una querella en contra del terrateniente Pablo Diaz, le sego la vida frente a su esposo. A la hora de su muerte tenia 53 años de edad.