miércoles, 2 de noviembre de 2011

Joaquin Balaguer, Biografia

Nació el 1ro. de septiembre de 1906, en Villa Navarrete, provincia de Santiago, República Dominicana. Comenzó sus estudios primarios en su aldea natal y los concluyó en Santiago de los Caballeros. En uno de cuyos establecimientos de enseñanza recibió el título de bachiller en ciencias sociales en 1916. Los estudios superiores los hizo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y amplió después esos estudios en la facultad de derecho de la Universidad de Paris en 1934.



De regreso al país en 1935 ocupo la Subsecretaría de Educación Pública y Bellas Artes, y luego la Subsecretaría de Estado de Relaciones Exteriores. En 1940 volvió al servicio diplomático desempeñando el cargo de embajador extraordinario y ministro plenipotenciario en Colombia y Ecuador. En 1948 fue ascendido al rango de embajador ante el gobierno de México, y en 1950 paso a ocupar la Secretaría de Estado de Educación Pública y Bellas Artes.
Durante su permanencia en esa secretaria de estado se hicieron reformas importantes, entre ellas la de creación de las escuelas normales, rurales y urbanas para la formación de maestros; la creación de liceos nocturnos para la clase obrera, colaborando además en la ejecución del plan bienal de construcciones para dotar de aulas modernas a la población escolar de todo el país.

La letra y la política han sido sus ocupaciones principales. Se inició en la actividad periodística primero como corrector de pruebas y luego como articulista del diario "La Información" de Santiago de los Caballeros (1924-1928). En 1930 fue designado abogado del estado ante el Tribunal de Tierras. Mas tarde, en 1932, fue designado secretario de primera clase en la legación dominicana en Madrid, y dos años después, ocupó el mismo cargo en Paris. En 1956 es designado secretario de la presidencia y el 16 de mayo de 1957 es electo vicepresidente de la república. Ante la renuncia del presidente Héctor B. Trujillo en 1960, pasa a ocupar el 3 de agosto, la primera magistratura del estado.

Después de la muerte del generalísimo Trujillo, el 30 de mayo del 1961, le cupo la misión de encaminar al país hacia su democratización política. En 1962 salió hacia el exilio permaneciendo cuatro años en territorio de los Estados Unidos y en 1966, tras las elecciones generales celebradas bajo la supervigilancia de la Organización de Estados Americanos, resultó electo presidente de la república para el período 1966-1970. Fue reelecto para los períodos 1970-1974 y 1974-1978. En las elecciones de 1986 fue electo nuevamente presidente de la república para los períodos 1986-1990,1990-1994 y 1994-1996.

Ha escrito en prosa las siguientes obras: Ensayo del escritor Federico García Godoy 1927, Nociones de Métrica Castellana, 1930, Heredia, Verbo de la Libertad 1939; Letras Dominicanas, 1941; Guía Emocional de la Ciudad Romántica, 1944; Historia de la Literatura Dominicana, 1944; La Política Internacional de Trujillo, 1947. Los Próceres Escritores, 1947; Semblanzas Literarias, 1948; El Cristo de la Libertad, 1950; Colón Precursor Literario, 1958; El Centinela de la Frontera, 1962; Temas Históricos y Literarios, 1974; Los Carpinteros, 1983, La Isla al Revés,1983, Memorias de un Cortesano en la Era de Trujillo, 1988; y Yo y Mis Condiscípulo, 1996.

Como orador político ha coleccionado sus discursos en los siguientes libros:
La Marcha hacia el Capitolio,1973; La Palabra Encadenada, 1975; Mensajes Presidenciales, 1978; Mensajes al Pueblo Dominicano,1983; y, La Voz del Capitolio, 1984.

En verso ha publicado los libros siguientes:
Salmos Paganos 1920; Cruces Iluminadas, 1974, La Crúz de Cristal, 1976; Huerto Sellado,1980; Galería Heroica, 1979; Voz Silente, 1983; y la Verdad Transparente, 1987.


Muerte de Joaquin Balaguer, sus seguidores...
Joaquín Balaguer murió de insuficiencia cardíaca en Santo Domingo el 14 de julio de 2002 a la edad de 95 años.
Su legado en República Dominicana es contradictorio. Mantuvo una relativa estabilidad política y económica en el país por muchos años, centralizó todas las decisiones gubernamentales y lanzó programas masivos de construcción de carreteras, puentes, hidroeléctricas y monumentos, con la intención clara de que su impronta personal quedara marcada en piedra. Fue una figura polarizante que podría incitar tanto al odio como al amor de la población. Era tradicional en Balaguer facilitarles viviendas a los más pobres por medio del gobierno donde éstos pagaban un módico precio mensual por las mismas. También tenía la costumbre junto a su hermana Emma de regalar juguetes a los niños pobres los Día de Reyes.Nació el 1ro. de septiembre de 1906, en Villa Navarrete, provincia de Santiago, República Dominicana. Comenzó sus estudios primarios en su aldea natal y los concluyó en Santiago de los Caballeros. En uno de cuyos establecimientos de enseñanza recibió el título de bachiller en ciencias sociales en 1916. Los estudios superiores los hizo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y amplió después esos estudios en la facultad de derecho de la Universidad de Paris en 1934.



De regreso al país en 1935 ocupo la Subsecretaría de Educación Pública y Bellas Artes, y luego la Subsecretaría de Estado de Relaciones Exteriores. En 1940 volvió al servicio diplomático desempeñando el cargo de embajador extraordinario y ministro plenipotenciario en Colombia y Ecuador. En 1948 fue ascendido al rango de embajador ante el gobierno de México, y en 1950 paso a ocupar la Secretaría de Estado de Educación Pública y Bellas Artes.
Durante su permanencia en esa secretaria de estado se hicieron reformas importantes, entre ellas la de creación de las escuelas normales, rurales y urbanas para la formación de maestros; la creación de liceos nocturnos para la clase obrera, colaborando además en la ejecución del plan bienal de construcciones para dotar de aulas modernas a la población escolar de todo el país.

La letra y la política han sido sus ocupaciones principales. Se inició en la actividad periodística primero como corrector de pruebas y luego como articulista del diario "La Información" de Santiago de los Caballeros (1924-1928). En 1930 fue designado abogado del estado ante el Tribunal de Tierras. Mas tarde, en 1932, fue designado secretario de primera clase en la legación dominicana en Madrid, y dos años después, ocupó el mismo cargo en Paris. En 1956 es designado secretario de la presidencia y el 16 de mayo de 1957 es electo vicepresidente de la república. Ante la renuncia del presidente Héctor B. Trujillo en 1960, pasa a ocupar el 3 de agosto, la primera magistratura del estado.

Después de la muerte del generalísimo Trujillo, el 30 de mayo del 1961, le cupo la misión de encaminar al país hacia su democratización política. En 1962 salió hacia el exilio permaneciendo cuatro años en territorio de los Estados Unidos y en 1966, tras las elecciones generales celebradas bajo la supervigilancia de la Organización de Estados Americanos, resultó electo presidente de la república para el período 1966-1970. Fue reelecto para los períodos 1970-1974 y 1974-1978. En las elecciones de 1986 fue electo nuevamente presidente de la república para los períodos 1986-1990,1990-1994 y 1994-1996.

Ha escrito en prosa las siguientes obras: Ensayo del escritor Federico García Godoy 1927, Nociones de Métrica Castellana, 1930, Heredia, Verbo de la Libertad 1939; Letras Dominicanas, 1941; Guía Emocional de la Ciudad Romántica, 1944; Historia de la Literatura Dominicana, 1944; La Política Internacional de Trujillo, 1947. Los Próceres Escritores, 1947; Semblanzas Literarias, 1948; El Cristo de la Libertad, 1950; Colón Precursor Literario, 1958; El Centinela de la Frontera, 1962; Temas Históricos y Literarios, 1974; Los Carpinteros, 1983, La Isla al Revés,1983, Memorias de un Cortesano en la Era de Trujillo, 1988; y Yo y Mis Condiscípulo, 1996.

Como orador político ha coleccionado sus discursos en los siguientes libros:
La Marcha hacia el Capitolio,1973; La Palabra Encadenada, 1975; Mensajes Presidenciales, 1978; Mensajes al Pueblo Dominicano,1983; y, La Voz del Capitolio, 1984.

En verso ha publicado los libros siguientes:

Salmos Paganos 1920; Cruces Iluminadas, 1974, La Crúz de Cristal, 1976; Huerto Sellado,1980; Galería Heroica, 1979; Voz Silente, 1983; y la Verdad Transparente, 1987.


Muerte de Joaquin Balaguer, sus seguidores...
Joaquín Balaguer murió de insuficiencia cardíaca en Santo Domingo el 14 de julio de 2002 a la edad de 95 años.
Su legado en República Dominicana es contradictorio. Mantuvo una relativa estabilidad política y económica en el país por muchos años, centralizó todas las decisiones gubernamentales y lanzó programas masivos de construcción de carreteras, puentes, hidroeléctricas y monumentos, con la intención clara de que su impronta personal quedara marcada en piedra. Fue una figura polarizante que podría incitar tanto al odio como al amor de la población. Era tradicional en Balaguer facilitarles viviendas a los más pobres por medio del gobierno donde éstos pagaban un módico precio mensual por las mismas. También tenía la costumbre junto a su hermana Emma de regalar juguetes a los niños pobres los Día de Reyes.

Mapa Conceptual. Los Doce Años de Balaguer

Crímenes cometidos por Balaguer



Durante los 12 años de gobierno del Doctor Joaquín Balaguer se pusieron en practica los mas variados métodos de exterminios que historia alguna pueda registrar.

A modo de ejemplo: ametrallamientos a escuela, liceo y universidades, asesinatos de profesores y estudiantes, asesinatos de obreros, campesinos y profesionales, deportaciones masivas y selectivas de opositores, apresamientos masivos y selectivos de patriotas de ambos sexos.

Pero hay uno de estos y otros métodos que reviste mayor crueldad que cualquier otro y es el de la desaparición física de un ciudadano. Ni el derecho a una tumba.


Henry Segarra
Se encontraba en la ciudad de Dajabon desarrollando trabajo en el frente campesino organizando los comités de recuperación de Tierra, aplicando la Línea Política de LOS MEJORES AL CAMPO elaborada por el Movimiento Popular Dominicano, partido del cual era miembro de su Comité Central.
En poco tiempo se gano la confianza de los sectores más humildes de Dajabon, organizando sus luchas reivindicativas y estableciendo importantes base de apoyo al partido a todo lo ancho y largo de esa provincia.
El 25 de julio del año 1969, a eso de las 230 de la tarde en la esquina comprendida entre las calles  Beller y Sánchez, una patrulla compuesta por militares vestido de verde olivo fue detenido el dirigente revolucionario. Esta acción fue dirigida por el propio comandante militar de la provincia el Coronel José Demetrio Almonte Mayer,  uno de los militares más sanguinarios al servicio del Dr. Balaguer.

El gobierno mediante sus voceros, como siempre,  negó la detención de Henry Segara Santo. Inmediatamente Tanto el Movimiento Popular Dominicano como diferentes personalidades e instituciones del país demandaron la inmediata aparición del dirigente izquierdista. A modo de burla en una declaración de prensa el propio Balaguer reclamo lo mismo.
Hoy a 42 años de la desaparición de este inolvidable camarada. Aun no se sabe donde descansan sus restos.

Mario Balderas

Nació en la histórica provincia de San Francisco de Macorís en la comunidad de la Penda. En esa comunidad del norte del país conoció en carne propia las arbitrariedades cometidas contra los hombres y mujeres del campo que morían de hambre y abandono mientras que el fruto de su trabajo engordaban los bolsillos y barrigas de sus explotadores.

 El Movimiento Popular Dominicano, MPD, verdadero instrumento de la patria, había decidido prestarle la importancia que merecía el movimiento campesino dominicano que para ese entonces estaba orientado por las llamadas Ligas Agrarias Socialcristianas, agentes pagados por el gobierno norteamericano con la clara finalidad de mantener postrado a los pies de los gobernantes los intereses el campesinado Dominicano.

 El MPD, comenzó a organizar los Comités de Recuperación de Tierras en todos los campos del país. La sensibilidad de Mario Baldera encontró calido albergue en las filas del Movimiento Popular Dominicano, organización en la cual pudo distinguirse como un gran dirigente.

 Los servicios militares y de inteligencia al servicio del gobierno así como los servicios de espionajes extranjeros le dieron seguimiento y ubicación a Mario Baldera, quien con valentía y coraje desarrollaba sus trabajos organizativos sin importarle las consecuencias que ello tuviera.

 A los cuerpos represivos del régimen se unieron terratenientes de la zona, los cuales, con el conturbenio del alcalde pedáneo de la sección Honduras, Andrés Taveras y un capitán del ejército conocido como Acosta Infante, tendieron el cerco del que nunca pudo salir el dirigente campesino.

La esposa de Mario Balderas, Rosa Mercedes Paredes García, se presentía la muerte de su pareja y por ello le aconsejaba que saliera de la comunidad hacia otro lugar para que preservara la vida, a lo que su cónyuge le respondía… “Yo no tengo que abandonar mi sitio, no soy un delincuente, solo un luchador para que todos tengamos un pedazo de tierra”.

El presentimiento de la esposa del agricultor se convirtió en realidad el 28 de junio de 1969, cuando miembros del servicio de inteligencia del ejército conocido como G-2 allanaron su residencia y cuando este fue avisado de la presencia de los militares rehusó salir huyendo por lo que fue apresado esa tarde que su familia recuerda con tristeza.

Los esfuerzos por ver a su esposo con vida resultaron inútiles hasta que al día siguiente de su detención, el 29 de junio, le comunicaron que el mismo estaba en la morgue del hospital San Vicente luego que ¨se ahorcara¨, versión que fue rechazada por sus familiares y reclusos que atestiguaron escuchar en horas de la noche como era golpeado inmisericordemente el agricultor asesinado. 

El velatorio de Mario Balderas estuvo matizado por una fuerte presencia policíaco-militar pese a lo cual decenas de personas participaron en el mismo y poste-riormente le acompañaron hasta su última morada donde fueron pronunciados encendidos discursos denunciando el asesinato del dirigente campesino. 


Orlando Martinez

A Orlando Martínez no lo mataron por periodista, lo asesinaron por ser revolucionario. Periodistas hubo y hay muchos pero periodistas revolucionarios hubieron y hay muy pocos. No escribía cuentos de hadas ni poesía a las bellas flores de alejandrina, denunciaba la opresión y las injustas desigualdades.

Era periodista, pero no periodista para si, sino periodista en si.

Su pluma pisaba papel para denunciar los atropellos, para denunciar el robo descarado de las multinacionales yanquis. Eso no le perdonaron. Si hubiese escrito farándula o deportes no estuviera muerto. De seguro que no. Pero no se dedico a eso, aunque se divertía con ello.

Es que no podía ocultar que los estudiantes eran ametrallados por el crimen de robar el saber. Que los obreros perdían la vida en lo salado de su sudor. No podía ocultar que nuestros campos desaparecían junto con sus moradores. Como no denunciar la corrupción del gobierno balaguerista y las bandas de asesinos a sueldo que lo sostenía. No podía callarlo porque era revolucionario y aprendió que la verdad es siempre revolucionaria.

Amin Abel Hasbun

Fue un ingeniero y activista político dominicano de origen árabe palestino.
El jueves 24 de septiembre de 1970, fue asesinado por agentes del Servicio Secreto de la Policía Nacional Dominicana, al servicio del entonces presidente Joaquín Balaguer, de un tiro en la cabeza con una pistola calibre 45. Se encontraba en la casa con su esposa, Mirna Santos, que estaba embarazada, y su hijo de dos años de edad. Su cadáver fue velado en la explanada frontal de la Facultad de Ingeniería de la UASD.
El raso López Acosta fue condenado a cinco años de prisión, siendo libertado al cumplir la mitad de la condena.
Al otro día de su muerte, el Consejo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo lo declaró "Hijo Ejemplar del Alma Mater". En su comunicado, el Consejo Universitario afirmó que "Amin Abel fue un ejemplar estudiante universitario, graduado Summa Cum Laude en la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la UASD".

Mama Tingo

Fue una lider campesina de nuestro pais que, se destacó por defender el derecho que tiene el hombre del campo de labrar la tierra, esta lucha era por la recuperacion de tierras que estaban en manos de terratenientes , politicos y militares que las habian adquirido de manera fraudulenta, adueñandose de prados y hatos que habian sido cuna y medio de trabajo y subistencia para unas 350 familias congregadas en La Liga Agraria Cristiana.
Mamá Tingó es considerada un símbolo de la lucha por la tierra y un ejemplo de la mujer rural en la defensa de los derechos del campesinado en todo el continente.
Murió asesinada en el periodo conocido por los 12 años de Joaquín Balaguer el 3 de noviembre de 1974 en Gualey Hato Viejo, Yamasa murio de manos de Ernesto Diaz quien la asesino al ella interponer una querella en contra del terrateniente Pablo Diaz, le sego la vida frente a su esposo. A la hora de su muerte tenia 53 años de edad.

Panegirico Balaguer Ante el Feretro de Trujillo

PANEGÍRICO DE JOAQUÍN BALAGUER ANTE EL FÉRETRO DE TRUJILLO.


Cincuenta años después… leamos el panegírico
Cincuenta años. Tiempo transcurrido desde que Rafael Leonidas Trujillo no está. Aquel que, a pesar de que está vestido de libertad, aún nos encuentra presos. El "Jefe" murió pero su espíritu sigue vivo. No somos libres. Quizás la culpa sea de ese Joaquín Balaguer que nos gobernó después.  Ese que, frente al féretro de Trujillo, pronunció un panegírico que podría ser el presagio de lo que vendría después. Juzguen ustedes mismos:


"He aquí, señores, tronchado por el soplo de una ráfaga aleve, el roble poderoso que durante más de treinta años desafió todos los rayos y salió vencedor de todas las tempestades. El hecho horrendo consterna nuestro ánimo y estremece con fragoroso estrépito de catástrofe el alma nacional. Jamás la muerte de un hombre produjo tal sentimiento de consternación en un pueblo ni gravitó con mayor sensación de angustia sobre la conciencia colectiva. Es que todos sabemos que con este muerto glorioso perdemos al mejor guardián de la paz pública y al mejor defensor de la seguridad y el reposo de los hogares dominicanos. El acontecimiento ha sido de tal modo abrumador que aun nos resistimos a creerlo. ¡La tierra vacila todavía bajo nuestros pies y parece que el mundo se ha desplomado sobre nuestras cabezas"


¡Quién nos hubiera dicho que el hombre extraordinario a quien hace apenas dos días vimos partir sonriente de su despacho del Palacio Nacional iba a volver a él pocas horas después cobardemente inmolado! Pero ahí está la tremenda realidad con toda su elocuencia aterradora. Muda está ya la boca de donde salieron tantas órdenes de mando. Inmóviles se hallan sobre el pecho, donde el corazón ha cesado de latir, las manos que sostuvieron la espada que simbolizó durante cuarenta años toda la fuerza física de la nación. Exánime y vilmente atravesado por los proyectiles, yace ahí el pecho heroico donde flameó orgullosamente, como si flotara en su asta, el lienzo tricolor.


No es esta la hora de hacer la apología de la obra y la figura de Trujillo. Las lágrimas que nublan nuestros ojos y la emoción que empaña nuestra voz no nos permitirían cumplir con la ecuanimidad debida esa tarea justiciera. Pero los grandes hombres entran verdaderamente en la historia cuando abandonan el escenario de la vida con sus combates y sus contradicciones. Para el gran caudillo a quien ahora nos disponemos a entregar a la tierra para que ella reciba como una madre de sus despojos mortales, ha llegado fatalmente ese momento supremo. Sea cual sea, señores, la actitud de la posteridad ante su obra y ante su memoria, desde ahora podemos afirmar que el nombre de Trujillo está grabado para siempre en el material que el tiempo respeta y que es capaz de transformarse pero no de perecer en la sucesión de las generaciones. El legado que nos deja es enorme e imperecedero. Sus obras permanecerán mientras permanezca la República y exista en ella un solo dominicano consciente de lo que significa el tratado fronterizo, la redención de la deuda pública, la independencia financiera, las ejecutorias cumplidas en el ámbito de la obras públicas, de la agricultura, de la salud y de la asistencia social y de todo el bien que ha emanado durante tres décadas de una larga paz que ha asegurado el progreso y traído el bienestar y la tranquilidad a la familia dominicana.


¡Qué grande hombre fue Trujillo y cómo se proyecta su estatura de prócer sobre la historia dominicana! Fue humano, demasiado humano muchas veces, pero sus mismos errores merecen nuestro respeto porque fueron hijos de su pasión desvelada por el orden y del concepto mesiánico que tuvo de su misión como hombre público y como conductor del Estado. Su carácter recio y su voluntad monolítica no sufrieron menoscabo alguno ni en los duros conflictos a que se vio constantemente sometido ni el desgaste indispensable que implicaron para él sus cuarenta años de vida pública y su intensa participación de los debates que dividieron en las tres últimas décadas a sus conciudadanos. Su fe religiosa, por ejemplo, permaneció incólume a pesar de todas las apariencias y el último de los pensamientos que dejó escrito de su puño y letra y que entregó a uno de sus secretarios particulares el mismo día de su muerte para la preparación de un discurso que se proponía pronunciar el la ceremonia inaugural del templo adventista, pone en evidencia esa condición inesperable de su carácter irretractablemente fiel a sus sentimientos cardinales. El pensamiento está concebido así y revela que el mismo día de la catástrofe ya el grande hombre tenía un presentimiento trágico de su destino: "Estoy convencido de que todos los cristianos tienen las mismas oportunidades y los mismos privilegios ante Dios. Para confirmarlo hago referencia a aquella frase de Jesús: 'Yo soy el Camino, La Verdad y la Vida; el que crea en Mí, aunque esté muerto, vivirá'."


Recuerdo que en una ocasión inolvidable me dijo con cierto timbre de emoción en la voz: "Yo pienso siempre mucho en los muertos". Con el pensamiento puesto en sus hijos, solía decir muchas veces: "El trabajo es lo que más acerca el hombre a Dios".


Su entusiasmo por las condecoraciones y su afición a los títulos y a todo lo que es pompa teatral en las implacables luchas del poder, no respondió en el fondo a un simple sentimiento de vanidad, como muchos creyeron, sino que fue uno de los recursos de que se valió este artista de la política, conocedor profundo de la psicología de las masas, para sugestionar las multitudes y para influir sobre la imaginación de los hombres con todo el prestigio de su fuerte y desconcertante personalidad.


Al mismo tiempo que un hombre que tuvo una confianza ciega en Dios y en el destino, Trujillo fue fundamentalmente bueno. Bajo su pecho de acero latía un corazón inmensamente magnánimo. Sólo una voluntad granítica como la suya pudo resistir, sin caer en excesos imperdonables y en venganzas inútiles, el cúmulo de asechanzas insólitas, de delaciones infames y de insinuaciones perversas que llegaban a diario, a través de algunos de sus colaboradores, hasta la mesa agobiada de problemas de este dominador de la fortuna. Sobre sus hombros se han cargado muchas deudas que él no contrajo jamás y cuya responsabilidad corresponde a los maestros de la adulación y la intriga que especularon con su buena fe y con sus naturales pasiones de hombre que amó intensamente las sensualidades de la vida.


Trujillo lleva asegurada sobre sus sienes, al bajar al sepulcro, la corona de los inmortales de la patria. Su figura entra desde este instante solemne en la gloriosa familia de nuestras sombras tutelares. El momento es, pues, propicio para que juremos sobre estas reliquias amadas que defenderemos su memoria y que seremos fieles a sus consignas manteniendo la unidad y confundiéndonos con todo los dominicanos en un abrazo de conciliación y de concordia.


Querido jefe, hasta luego. Tus hijos espirituales, veteranos de las campañas que libraste durante más de 30 años, miraremos hacia tu sepulcro como hacia un símbolo enhiesto y no omitiremos medios para impedir que se extinga la llama que tú encendiste en los altares de la República y en el alma de todos los dominicanos. Has llegado hasta aquí, traído en hombros de esta multitud sollozante, para reintegrarte a la tierra que te vió nacer y donde podrás dormir en el mismo regazo en que descansan tus antepasados. La tierra de San Cristóbal, la misma en que bebiste por primera vez el agua de tus ríos natales, te será siempre propicia y en ella hallarás al fin el descanso que te negó la vida, a ti, batallador incansable que mataste el sueño y que no conociste la fatiga. No eres ya el adalid beligerante que fuiste hasta ayer. Ahora, transformado por los atributos que confiere el misterio a los elegidos por el sueño del que no se despierta, eres un ejemplo, un penacho, un índice que nos señala el rumbo a seguir desde la infinita lejanía de lo desconocido. Que Dios te reciba en su seno y que tus restos perecederos, al transmutarse más allá de la timba en vigor espiritual y en materia impalpable, contribuyan a vivificar la tierra que tanto amaste para que la conciencia de la patria se siga nutriendo con la cal y la energía de tus huesos en la infinitud de los tiempos".

Fuente:mag.beonemagazine.com

sábado, 29 de octubre de 2011

Obras de Infraestructura por Balaguer

-Faro a Colón
-Hoyo de Chulín
-Centro Olímpico Juan Pablo Duarte
-Acuario Nacional
-Presa Jiguey - Aguacate
-Acueducto Cibao Central y Valdesia
-Jardín Botánico y Zoológico
-Palacio de Justicia de Santiago
-Canales de Riego
-Plaza de la Salud
-Palacio de los Deportes de Santiago
-Catedral de la Vega
-Basílica de Higuey
-Avenida del Puerto y Plaza Marina Bartolomé Colón
-Telesférico de Puerto Plata
-Parque Mirador Norte
-Teatro Regional del Cibao
-Aeropuerto Internacioanales
-Biblioteca República Dominicana
-Caminos Vecinales







Expedición Playa Caracoles

El 3 de febrero de 1973, nueve hombres desembarcaron en la Playa Caracoles al sur del país, con la intención de iniciar un frente guerrillero contra el gobierno de Joaquín Balaguer, al frente del grupo estaba el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Sobre esto, Balaguer hablando por una cadena de radio y televisión afirmó: Hace apenas algunas horas regresé de la zona del municipio de San José de Ocoa donde actualmente se desarrollan algunas acciones subversivas, que realiza el grupo de guerrilleros…inspeccioné personalmente en compañía del secretario de Estado de las Fuerzas Armadas y el Jefe de Estado Mayor del Ejército, el sitio en que se produjo el primer choque sangriento entre una patrulla militar y el grupo de guerrilleros que desembarcó en la Playa Caracoles.

Trece días después del desembarco el 16 de febrero, las Fuerzas Armadas anunciaron la muerte de Caamaño junto a dos de sus compañeros en el paraje Nizaíto, sección la Horma de San Jose de Ocoa. El contralmirante Ramón Emilio Jiménez hijo, Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, el mayor general Enríque Pérez y Pérez y el brigadier Juan René Beauchamps Javier, mostraron el cadáver de Caamaño a un reducido grupo de periodistas que fue traslado en helicóptero hasta el lugar donde se encontraba el cuerpo sin vida, y los de sus compañeros Heberto Lalane José y Alfredo Pérez Vargas, aunque las FFAA informaron que Caamaño había muerto en combate, testimonios posteriores afirmaron que él fue fusilado, luego de ser apresado por tropas del Ejército Nacional que lo perseguían.


Además de los dos combatientes caídos junto a él, acompañaron al comandante en su proyecto guerrillero:


  • Ramón Euclides Holguín Marte (Braulio), 
  • Hamlet Hermann Pérez (Freddy) 
  • Mario Nelson Galán Durán (Juan) 
  • Claudio Caamaño Grullón (Sergio) 
  • Juan Ramón Payero Ulloa (Ismael) 
  • Toribio Peña Jáquez (Felipe)


Luego de una intensa persecución entre las montañas de la Cordillera Central, para finales de marzo las Fuerzas Armadas anunciaron la eliminación del foco guerrillero quedando como únicos sobrevivientes: Hamlet Hermann Pérez, Claudio Caamaño Grullón y Toribio Peña Jáquez, los cuales tiempo después salieron al exilio.

Con la muerte del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó a los 41 años de edad, desapareció una de las figuras más importante de la historia dominicana del siglo XX.

Principales obras literarias del Dr. Joaquín Balaguer


a) Obras Poéticas de su Juventud:

Poemas publicados entre 1920 y 1924, obras que le colocan en los primeros puestos del parnaso dominicano.
-La Guía Emocional de la Ciudad Romántica: constituye la más valiosa exaltación literaria al patrimonio monumental e histórico de la ciudad Primada de América, Santo Domingo, declarada Patrimonio de la Humanidad.

b) Obras poéticas escritas en el período de su madurez literaria de 1975 a 1993

Estos poemas contienen sus más válidas inquietudes que expresan su gran sensibilidad humana. Se advierte en estas producciones literarias la influencia del estilo clásico y renacentista de la literatura castellana.
-“Cruces Iluminadas” y “La Crúz de Cristal” son poemarios de una belleza extraordinarias dedicados a sus padres y sus hermanas fallecidas y al significado y trascendencia de la muerte como final y principio de la liberación humana.
-“La Venda Transparente” y “Voz Silente”, constituyen sus últimas producciones poéticas y contienen los más elevados alientos de sus inquietudes estéticas.
-“El Cristo de la Libertad” y “El Centinela de la Frontera” constituyen sus más esmeradas biografías, la primera, del padre de la patria, Juan Pablo Duarte y la segunda del general Antonio Duvergé.

Como escritor

Para 1970 tenía publicados 24 libros, 7 de los cuales son de elogio y defensa a la Era de Trujillo. Los restantes, son de versos y de ensayos históricos y literarios. En el prólogo de uno de sus libros de versos, hizo una inusual confesión de sus sentimientos, al escribir.

Sus obras y sus ensayos históricos están llenos de datos y de anécdotas pero carecen de los rigores metodológicos de la ciencia histórica, sin análisis de aspectos cruzados entre las ciencias sociales. Por ser abundantes en datos de los cuales era un gran conocedor, más que historiador, a Joaquín Balaguer debiera considerársele un gran historiógrafo.

Inicio de los 12 años del gobierno de Joaquin Balaguer

Primera Presidencia de la República

En 1960, el dictador Rafael Trujillo ideó una maniobra política e hizo renunciar a su hermano de la Presidencia de la República, buscando sortear las amenazas de sanciones por parte de la Organización de Estados Americanos, OEA, a solicitud del gobierno de Venezuela. Balaguer, quien era el vicepresidente, asumió la presidencia formal. Estrechamente vigilado por el dictador, Balaguer trató de suavizar el régimen alegando luego, a su caída en forma inaudita, que del mismo "se sentía prisionero".

El posterior asesinato de Trujillo (1961) dejó a Balaguer como único poder en el país, y ante el difícil intento de desmantelar y de justificar la dictadura. Esto supuso un cambio en las formas políticas de dirección en el país, y Balaguer cambió en forma para justificarse y quedarse en el poder.

A la muerte de Trujillo su posición no era envidiable, era presionado por la derecha, por los militares por la izquierda, por la oposición, era abucheado en las calles por la ciudadanía y llamado entre otras cosas muñequito de papel

Luego de la salida de la familia Trujillo y debido a la presión que ejercía la Unión Cívica Nacional, creó el Consejo de Estado. Gobernó hasta el 16 de enero de 1962, por un golpe de Estado militar le obligó a abandonar la República Dominicana y se refugió en Nueva York.

Luego de ser desplazado del poder partió hacia el exilio, vivió en Puerto Rico y luego Estados Unidos, retornó a la Patria cuatro años después, durante la guerra de abril de 1965.

La razón de su regreso: fue el ver a su madre que estaba enferma, el permiso de entrada al país le fue otorgado, por el gobierno de reconstrucción nacional, encabezado por el general Antonio Imbert Barreras.

Tan pronto pisó suelo patrio se negó a abandonarlo, esto le permitió participar en las elecciones generales de 1966, en las cuales resultó victorioso.

1 de junio de 1966, jura como presidente constitucional de la Republica Dominicana, en acto que contó con la presencia de numerosos invitados nacionales e internacionales, entre ellos el vicepresidente de los estados unidos Sr Hubert Humphrey, durante su campaña electoral solía dirigir sus mensajes propagandísticos a la mujer dominicana y al campesinado, tratando de atar a su proyecto político personal las fracciones más conservadores de estos sectores sociales. 

Durante los tres primeros meses de instalado el gobierno la asociación dominicana de derechos humanos, declaró que había recibido quejas. 

Con la abstención electoral del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), debido a la represión política y a la participación de las Fuerzas Armadas en las actividades proselitistas, el doctor Balaguer se reeligió en 1970 y 1974. 

El 1 de Enero de 1971 designo al Gral. Enrique Pérez y Pérez en la jefatura de la policía nacional, varias semanas después hizo su aparición en las calles de santo Domingo un grupo autodenominado frente democrático anticomunista y antiterrorista mejor conoció como La Banda a través de la cual se encargó de implantar el terror en las calles para servir sus propios intereses. 

Balaguer se consolidaba como representante de la derecha dominicana. Así, inicia un gobierno caraterizado por la entera al poder extranjero, un gobierno que contribuyó inestimablemente al estado de subdesarrollo y atraso de laRepública Dominicana. Sin embargo, a través de la visión que lideraba, incentivó la producción industrial y priorizó la construcción de infraestructura vial, presas, carreteras, entre otros. 

Sus gobiernos se caracterizaron por reducir los gastos corrientes, a través de una estricta política de austeridad, para ampliar el ahorro del Estado y de esta manera crear un fondo de capital fresco para la inversión pública. Esta inversión pública estaba concentrada en su persona. Además, hace más eficiente el control fiscal en las empresas privadas.

Para las elecciones de 1970 y de 1974, con su Partido Reformista y volvió al poder hasta el 1978 cuando las circunstancias políticas mundiales habían cambiado. Para ese entonces, los EUA tenían la llamada doctrina de los Derechos Humanos como herramienta política para el mundo y el hemisferio americano. En este año 1978 perdió las elecciones frente al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) que había postulado al liberal Antonio Guzmán Fernández. 


Articulos de los 12 años

Los Doce Años de Balaguer
Primer Articulo
http://www.dominicanaonline.org/portal/espanol/cpo_balaguer.asp


El mandato de Joaquín Balaguer, de acuerdo con sus auspiciadores norteamericanos, tenía como primera meta la desarticulación y destrucción de los grupos populares que habían participado en la Revolución de Abril del 65. Para ello utilizó tanto al ejército como a un grupo paramilitar de matones profesionales llamado “La Banda”, a los que calificaba en sus discursos de “fuerzas incontrolables”. Se estima que más de 3,000 dominicanos fueron asesinados sólo entre 1966 y 1974. Al entregar la presidencia en 1978, Balaguer había exterminado a la juventud más prometedora y de ideas más avanzadas con que contaba la nación.

Inversión extranjera. En el curso de su gobierno, extendido mediante represión y fraudes electorales a tres períodos constitucionales, Balaguer favoreció la inversión extranjera de capital estadounidense. De esta suerte, de 155 millones de dólares que habían invertidos en el país en 1965, se pasó a casi 600 millones de dólares en inversiones norteamericanas en 1977, las cuales abarcaban las áreas de las finanzas, las comunicaciones, el sector azucarero, el sector minero, turismo, zonas francas, etcétera. Entre las empresas que se instalaron o que ampliaron sus inversiones durante esa época se encuentran la firma canadiense-norteamericana Falconbridge Dominicana, dedicada a la explotación de ferroníquel; Rosario Dominicana, empresa norteamericana para la explotación del oro; Shell, Nestlé, Gulf & Western y Philip Morris.

Ayuda económica y endeudamiento externo. Un total 122 millones de dólares fueron erogados por los Estados Unidos entre abril de 1965 y junio de 1966, a fin de evitar la paralización económica total del país. Esta suma aumentó a 133 millones de dólares anuales durante los tres años siguientes, mientras que de junio de 1969 a junio de 1973, la ayuda promedió unos 78 millones por año. Estos fondos fueron suministrados a través de donaciones y préstamos a largo plazo negociados vía la AID de los Estados Unidos. Además, el gobierno balaguerista garantizó la entrada de importantes cantidades de divisas gracias a la cuota azucarera dominicana en el mercado norteamericano.

Obras de infraestructura. La inversión pública de los doce años estuvo dirigida en su mayor parte a la construcción de obras públicas: puertos, carreteras, acueductos, calles, escuelas, centros culturales, instalaciones deportivas, caminos vecinales, presas hidroeléctricas, etcétera. Las ciudades de Santo Domingo y Santiago concentraron el grueso de las obras, si bien también los demás poblados crecieron y se modernizaron.

Crecimiento económico y desigualdad social. El flujo de inversión y ayuda económica proveniente en inmensa medida de los Estados Unidos contribuyó a dinamizar la economía nacional, haciendo que República Dominicana gozara de una de las tasas de crecimiento macroeconómico más altas de América Latina. Sin embargo, los beneficios se concentraron en la pequeña burguesía local que se consolidaba unida a los intereses extranjeros. Así, desde 1972 la tasa anual de inflación era de un 15%, el poder adquisitivo del peso descendió en un 26%, el índice de desempleo ascendió a más del 20%, el de subempleo superó el 60% y se congelaron los salarios.

Corrupción gubernamental. Otra de las fuentes de riqueza desproporcionada que tuvo la pequeña élite nacional favorecida por el gobierno balaguerista fue la administración pública. Entre los funcionarios públicos, un sinnúmero de operaciones ilegales y actos dolosos adquirieron carácter generalizado y de normalidad: sobornos, contrabandos, cobro de comisiones, extorsión de empresarios, exoneraciones de impuestos se hicieron parte del día a día. Ante la imposibilidad de negar lo que resultaba demasiado evidente, Balaguer se atrevió a afirmar que la corrupción “se detenía en la puerta de su despacho”.

Entrega del poder en 1978. En las elecciones de 1978 compiten el doctor Joaquín Balaguer con su Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), y Antonio Guzmán Fernández por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), organización política que había sufrido en 1973 la renuncia de su líder y creador, el profesor Juan Bosch, quien inmediatamente fundó el Partido de la Liberación Dominicana.

La victoria abrumadora del PRD no es en principio aceptada por el Dr. Joaquín Balaguer, quien ordena el asalto militar de la Junta Central Electoral, interrumpe el conteo y confisca y destruye urnas de votos. Es necesaria la presión ejercida por los Estados Unidos de Jimmy Carter que se niega a aceptar un gobierno que no cuente con el voto de la mayoría. Empero, mediante la falsificación de los resultados electorales de modo que dieran mayoría senatorial y una amplia participación en la Cámara de Diputados al Partido Reformista, Balaguer se asegura el control del Senado y, con éste, del Poder Judicial (los jueces eran nombrados por el Senado).

De esta forma se protege a sí mismo y a los miembros de su partido contra un eventual sometimiento judicial por cualquiera de los múltiples casos de crímenes o corrupción que se dieron en su prolongado mandato presidencial, y garantiza una importantísima cuota de poder mientras está fuera de la presidencia, a la cual regresaría por diez años más, desde 1986 hasta 1996.

Joaquín Balaguer, uno de los funcionarios e intelectuales fundamentales de la dictadura trujillista, figura central de los 18 años posteriores a la tiranía, también dominaría la vida política nacional durante la débil “democracia” electoral que se instaura en el período que va desde 1979 hasta principios del siglo XXI.



El eterno retorno de la política dominicana
Segundo Articulo
http://www.nuso.org

Para comprender la larga y decisiva presencia de Joaquín Balaguer en la vida política, dominicana, el significado y arraigo de su figura política, acaso sea necesario entretejer un análisis de sus características personales e ideología con el ensamblaje institucional en el que Balaguer ha gobernado. Se analizan tres etapas de su vida política: su colaboración con la dictadura de Trujillo (1930-1961), su gobierno de 12 años
(1966-1978), y su retorno al poder en 1986 Es difícil condensar en pocas páginas la historia política de un hombre que ha pasado más de seis décadas en la actividad política, casi siempre vinculado directamente al manejo del Estado. Presidente reelecto en 1990 a los 84 años de edad, Joaquín Balaguer comenzó a destacarse como escritor y orador político a mediados de los años 20. Desde entonces comenzaron a forjarse sus ideas antioligárquicas y populistas que encontrarían expresión, paradójicamente, en una dictadura que fuera altamente excluyente como la del general Rafael L. Trujillo (1930-1961).
Balaguer nació el 1 de septiembre de 1906 en el poblado norteño de Navarrete, provincia de Santiago. Fue el único varón de la prole matrimonial de Joaquín Balaguer Lespier, de ascendencia catalana, y Cecilia Ricardo. Obtuvo el título de Bachiller en Filosofía y Letras en 1924 en la escuela normal de Santiago, y el de Licenciado en Derecho en 1929 en la Universidad de Santo Domingo. Posteriormente realizó estudios doctorales en la Universidad de la Soborna, París.

El gobierno de los doce años
Balaguer llegó a la Presidencia de la República en 1966 en condiciones muy difíciles. El golpe de Estado de 1963, la guerra civil de 1965, y la subsiguiente ocupación militar norteamericana habían polarizado la política dominicana a tal extremo que tornaba inviables los acuerdos entre grupos opuestos. Por otro lado, Balaguer llegó al poder en un momento de crisis muy profunda de los poderes internos, civiles y militares, que habían fracasado en estabilizar un régimen político durante la primera mitad de los años 60. Al llegar a la Presidencia en estas condiciones y con una filosofía forjada durante la dictadura de Trujillo acerca de la necesidad de las voluntades cesáreas, Balaguer se erigió rápidamente en poder superior a todas las fuerzas políticas y sociales. El régimen adquirió rápidamente un carácter personalista que fue aceptado por los sectores que vieron en su acceso al poder la posibilidad de instaurar el orden político (este fue el caso de la débil burguesía dominicana, deseosa de que el gobierno impulsara el crecimiento económico y de sectores medios y populares aterrorizados con la guerra civil de 1965 y la intervención norteamericana).
En la campaña electoral de 1966 Balaguer anunció su programa que denominó «Revolución sin sangre». Lo de revolución se refería a su intención de introducir grandes reformas, y lo de sin sangre a realizar los cambios sin violencia. Pero esto último no pasó de ser una promesa ya que la violencia fue una característica determinante del régimen, particularmente en sus primeros años.
Aunque con ciertos puntos de continuidad con el trujillismo, Balaguer definió nuevas estrategias políticas. A diferencia de Trujillo que monopolizó la economía, el proyecto económico de Balaguer tuvo como uno de sus objetivos centrales desarrollar el sector privado. Con este propósito se introdujeron leyes de incentivo en el campo industrial, financiero y turístico. No obstante, el proyecto de Balaguer fue profundamente estatista y personalista. El gobierno tuvo no sólo gran incidencia en la distribución de los beneficios al sector empresarial privado, favoreciendo sobre todo a élites empresariales con mayor acceso a la administración pública, sino que Balaguer controló directamente una buena parte del presupuesto general de la nación. Muchos de esos recursos se utilizaron para el vasto plan de construcción del gobierno que sirvió de base al proyecto clientelista.
La corrupción pública fue otro de los fenómenos que caracterizó el gobierno de los 12 años. Para Balaguer, la corrupción en países pobres como la República Dominicana era un mal inevitable. Además de permitirla y justificarla, la corrupción fue no de esos fenómenos que le permitió a Balaguer enaltecer su propia personalidad política: la corrupción era el mal de los demás, no el suyo propio.
Es también interesante hacer referencia al estatus dual que tenía la ley en el proyecto balaguerista. Similar a Trujillo, Balaguer proclamó la ley y el respeto a ella como mecanismo fundamental de convivencia política. En la práctica, sin embargo, la voluntad cesárea del Presidente se anteponía o sobreponía al estatuto legal. Esto se evidencia en las propias contradicciones discursivas de Balaguer, que unas veces alababa la Constitución como mecanismo regulador de la convivencia política y otras veces la definía como un simple pedazo de papel. En la dirección personalista del Estado, Balaguer se asignó como objetivo de su gobierno el obtener la disciplina laboral y política. Al asumir la presidencia impuso un programa de austeridad salarial y reprimió violentamente a la clase obrera organizada y a la oposición política. Estabilidad, orden y progreso eran los emblemas del proyecto balaguerista. Y así como Trujillo se había propuesto en los años 30 reorganizar el país después de un siglo de luchas caudillistas e inestabilidad política, Balaguer hizo otro tanto después del corto pero intenso período de inestabilidad política que caracterizó los años inmediatamente posteriores a la caída de Trujillo.
En su ambigüedad con respecto a la demarcación entre la ley y la violencia, Balaguer retomó una vieja tradición de la política dominicana y latinoamericana. El planteamiento de que en una política de voluntades omnipotentes (caudillos) la ley tiene un lugar y espacio restringido, no importa cuánto se la alabe como el mecanismo más efectivo de gobierno en la nación moderna. A partir de 1966 Balaguer fue resignificando y sintetizando los temas de ordenamiento, pacificación y progreso social que se habían trastocado al caer la dictadura de Trujillo. Para Balaguer, la democracia era un objetivo que pertenecía quizás al futuro lejano pero no al presente. Su visión sobre el tema la había plasmado en su ensayo «El principio de alternabilidad en la historia dominicana» de 1952 al decir: «La Democracia, aun en los países latinoamericanos que se precian neciamente de poseer un buen régimen de gobierno, no es más que una palabra vacía que se traslada con frecuencia al papel, pero que no existe en hecho porque no puede haber justicia ni libertad en pueblos donde los hombres viven todavía como en plena Edad Media.

La vuelta de Balaguer al poder en 1966 significó para la sociedad dominicana una vez más la estabilidad política impuesta desde arriba. La vuelta de Balaguer al poder en 1966 significó para la sociedad dominicana una vez más la estabilidad política impuesta desde arriba en detrimento del libre ejercicio de los derechos civiles y políticos. De esta forma se coartó por buen tiempo el rote de espontaneidad y disidencia política que habían caracterizado los años subsiguientes a la caída de Trujillo.
Con una Constitución que permitía la reelección, Balaguer manipuló los procesos electorales de 1970 y 1974 para asegurarse en ambas ocasiones la vuelta a la presidencia. Las condiciones, sin embargo, se presentaron adversas para 1978. Las demandas sociales de apertura, la reorganización del oposicionista PRD, y un contexto internacional favorable a la democratización, facilitaron un proceso electoral competitivo en que Balaguer perdió.
El triunfo del PRD en las elecciones de 1978 con un 52% de los votos y el intento de golpe de Estado orquestado por colaboradores del gobierno le presentó una gran disyuntiva a Balaguer: imponerse por la fuerza o reconocer la victoria del PRD y acceder a la transición. La elección no fue fácil para quien había justificado por mucho tiempo el continuismo. Finalmente el acuerdo que permitió la transición se logró en base a una manipulación de los resultados electorales en cuatro provincias que benefició al Partido Reformista con una mayoría en el Senado.
En resumen, los resultados de la gestión de Balaguer en sus doce años de gobierno (1966-1978) son ambiguos. Del lado positivo habría que señalar el crecimiento económico y el empuje a la industrialización que se produjo en esos años, el crecimiento de los sectores medios, y la decisión última de Balaguer de acceder a una transición democrática. Del lado negativo se puede señalar la represión que caracterizó el régimen, los sacrificios económicos impuestos a los sectores trabajadores en favor de la acumulación de capital, y la reafirmación del liderazgo personalizado, vertical, y autoritario.
 

  
Hechos imborrables
La estela de dolor de los 12 años de Joaquín Balaguer
Tercer Articulo
http://www.hoy.com.do/investigacion/2011/7/2/382390/Hechos-imborrablesLa-estela-de-dolor-de-los-12-anos-de-Joaquin-Balaguer
                      
Diez años más. A pesar de los sangrientos 12 años, Balaguer regresó al poder en el año 1986 tras el gobierno de Salvador Jorge Blanco. Hasta 1996, a golpe de clientelismo y dádivas, intentó limpiar su imagen. Casi lo consiguió
Para procurarse su primera reelección presidencial en el año 1970, Balaguer hubo de hacer una “purga” en el Partido Reformista (PR) y enfrentar al vicepresidente de la República, Francisco Augusto Lora, quien le renunció al cargo por inconformidad.
 En este período jugó un papel importante el doctor Víctor Gómez Bergés,  quien  dirigió  el Movimiento Nacional de la Juventud (MNJ),  que fue creado por Balaguer para su repostulación.
Un “sacrificio”.  Así consideró Balaguer su decisión de aceptar la candidatura presidencial por el PR y el MNJ para los comicios de 1970 porque, según él,     “no es bueno cambiar de caballo cuando se está vadeando un río”. Esta fue la  primera reelección de los 12 años que gobernó de manera consecutiva.
Paradoja de los “12 años”.   El período de los  “12 años” fue  de grandes logros para la República Dominicana, pues  Balaguer se dedicó a estructurar  y a crear una infraestructura que  le ha permitido a los demás gobiernos continuar con el desarrollo del país, en opinión de Gómez Bergés.
“Fue el período  donde más obras extraordinarias que contribuyeron al crecimiento del país se hicieron. Se hicieron las leyes de zonas francas y de turismo; se crearon los polos turísticos  de Puerto Plata y de la zona Este; se construyeron   unas 15 presas y las grandes carreteras troncales que nunca habían existido; hospitales, proyectos habitacionales para los pobres, edificios importantes; se  creó conciencia a través de la escuela, construyendo un aula por día;  se creó la clase media,  se hicieron 300 millonarios y a su salida del poder en 1978 la deuda del país era de apenas US$1 millón”, dijo  el ex colaborador de Balaguer.
La otra cara de la moneda.  Sin embargo,   el dirigente de izquierda Rafael -Fafa- Taveras sintetiza    el gobierno de los 12 años diciendo lo siguiente: “fue el vía crucis  que pasó el pueblo dominicano, ya que lo dejó lleno de luto y de dolor”.
Afirmó que durante ese período Balaguer restableció el aparato del Estado, desarticulado por la oposición, y  lo recompuso; formalizó un vínculo estrechamente con Estados Unidos, y se consolidó con la opresión  de los intereses controladores del país.
Todo eso, dijo,  “en medio de una política de intolerancia para la clase obrera, a la que congeló  los salarios durante todo el período y para las fuerzas adversas a su mandato, a las que diezmó con la persecución, la muerte y el exilio”, enfatizó.
Comienza la “zafra”. En enero de 1972, tropas combinadas de las Fuerzas Armadas  enfrentaron  al rupo de la resistencia conocido como “Los Palmeros”, liderado por  Amaury Germán Aristy e integrado Virgilio Eugenio Perdomo Pérez,  Bienvenido Silveira Leal Prandy (La Chuta) y Ulises Arquímedes Cerón Polanco,  en el kilómetro 14 de la Autopista de las Américas.
Los cuatro jóvenes, que eran perseguidos bajo acusación de asalto a la sucursal del Royal Bank of Canada en el ensanche Naco, murieron tras un día de combate con el Ejército y la Fuerza Aérea Dominicana.
Ahí murieron también el capitán Virgilio Félix Almánzar Fernández y los rasos Francisco Antonio Almonte y Marcelino Reyes Reynoso.
Mordaza a la prensa. Al doctor José Francisco Peña Gomez, secretario general del PRD, y a Casimiro Castro se les impidió  hacer uso de los medios de comunicación. En un programa de televisión Balaguer  presentó al general Elías Wessin y Wessin  como un “conspirador impenitente”  y lo deportó hacia España.
 “El terror, la corrupción, la persecución, la cárcel y hasta  los asesinatos de dirigentes de izquierda y de periodistas hizo que Balaguer admitiera que en su gobierno operaban incontrolables”, tal como afirma Segundo Grullón en su obra  “Historia electoral dominicana siglo XX”.
 La Banda Colorá. La historia cuenta   que tras el  asesinato del dirigente de izquierda Otto Morales y la desaparición de Henry Segarra Santos y del periodista y sindicalista Guido Gil, se conformó el  Frente de la Juventud Anticomunista y Antiterrorista  o “La Banda” -como le llamó el pueblo-,  al frente de éste  estaban  el teniente policial Oscar Núnez Peña, asistente del general Enrique Pérez y Pérez,  y  Ramón Pérez Martínez (Macorís).
Ese bandolerismo y el anticomunismo que hubo durante esa época  provocó la muerte de muchos otros jóvenes de izquierda entre ellos  Amín Abel Hasbún, Orlando Mazara y Maximiliano Gómez (El Moreno), secretario general del MPD, quien fue asesinado en Bélgica.
Más muertos. Del desembarco guerrillero por Playa Caracoles, en 1973, comandado por Francisco Alberto Caamaño Deñó y  enfrentado por los generales Ramón Emilio Jiménez Reyes, Pérez y Pérez, Juan René Bouchamp Javier, Ramiro Matos González y el coronel Héctor García Tejada, cayeron  asesinados Caamaño Deñó y Mario Nelson Galán Durán. 
El  28 de marzo  de ese mismo año fue asesinado  Gregorio García Castro, jefe de Redacción del periódico  Última Hora. Del hecho fue acusado el teniente policial Juan María Arias Sánchez.
  En 1974, último período de los 12 años de gobiernos consecutivos de Balaguer,    fueron asesinados el periodista Orlando Martínez, Manfredo Casado Villar, integrante del foco guerrillero que hubo en Los Cacaos en 1975; y el hermano más pequeño del  último. Sobre el crimen de Orlando, Balaguer  dejó en blanco la página 333 de su libro “Memorias de un Cortesano en la Era de Trujillo” para que una persona amiga la llenara después de su muerte. Nadie lo ha hecho.
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La justificación
Toda la cadena de hechos sangrientos durante los 12 años de Balaguer, que Fafa Taveras  afirma “es la mejor caracterización de ese caudillismo histórico”, Gómez Bergés la justifica diciendo: “En ese período hubo una situación de virulencia política fruto de las concentraciones Oeste-Este, Estados Unidos y la Unión Soviética que,  más  los residuos de la Revolución de Abril de 1965 que exacerbó los ánimos y la conciencia de un amplio sector de la juventud y la llevó al sacrifico y al enfrentamiento con odios, contra los militares que combatieron en esa guerra,  desató un baño de sangre lamentable para todos que no se pudo controlar  porque eran retaliaciones recíprocas”.
LAS CLAVES
1.  Tras  la tormenta...
Balaguer perdió las elecciones de 1978 y, tras ocho años fuera del poder, volvió a postularse para el período 1986-1990 y ganó. Con 80 años de edad y problemas de visión, Balaguer continuó su programa de construcción de grandes obras  de infraestructura.
2.   Política clientelar
En este período fomentó una política populista-clientelar entregando canastas, dinero y otras dádivas a los  más pobres del país. Con esa base  se postuló en el 2000 y fue sacado del poder.